La orina contiene cristales disueltos, que en determinadas circunstancias pueden reunirse para formar una masa sólida, que se denomina cálculo o litiasis. Si este cálculo obstruye el interior de la vía urinaria, impidiendo el libre curso de la orina, provoca un dolor muy intenso denominado cólico nefrítico, y sangrado por la orina.
Lós cálculos urinarios más frecuentes están formados por cristales de calcio (oxalato, fosfato), ácido úrico, cistina y fosfato amónico magnésico.
Tres de cada mil personas tienen la posibilidad de fabricar cálculos dentro de su aparato urinario. Los familiares directos de pacientes con litiasis, tienen mayor riesgo de padecerla. Afecta el triple a los hombres que las mujeres, es más frecuente entre los 20 y 50 años, y es más habitual en países de clima caluroso y en los meses de verano.
DIAGNOSTICO
El síntoma más habitual es el dolor cólico, muy intenso e insoportable, que se extiende desde la región lumbar hacia la ingle y los genitales del mismo lado, y se conoce como cólico nefrítico. También es frecuente observar la aparición de sangre en la orina. En algunas ocasiones, sin embargo, puede ser asintomático (el paciente no nota ninguna molestia)
Para confirmar el diagnóstico se emplean pruebas de imagen, que nos permiten confirmar la existencia, tamaño y localización de las litiasis. La ecografía es el medio más empleado, muchas veces acompañada de radiografías con/sin contraste (urografía intravenosa o TAC). En ocasiones son necesarias analíticas complementarias o endoscopias.
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TRATAMIENTO
Siempre que no existan contraindicaciones, lo más adecuado es extraer el cálculo del organismo. Solo algunos pequeños cálculos no obstructivos pueden mantenerse bajo observación si son asintomáticos.
Las litiasis de Acido Urico tienen la ventaja de ser las únicas que pueden disolverse por completo mediante tratamiento medicamentoso. Las demás litiasis deben ser extraídas o fragmentadas por distintos medios.
La extracción endoscópica es eficaz para cálculos de 5 mm o menos localizados en el uréter distal. Mediante un instrumento óptico, denominado ureteroscopio, se introduce una pinza o cesta especial que atrapa el cálculo y lo extrae.
Para cálculos más grandes o localizados más cerca del riñón, es necesario fragmentar primero al cálculo en pequeñas arenillas que se expulsen con la orina. Esta fragmentación puede lograrse con ondas de choque generadas por un aparato especial aplicado desde el exterior en la denominada Litotricia Extracorpórea, o bien con láser o ultrasonidos aplicados directamente sobre la litiasis dentro del organismo.
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La cirugía abierta o laparoscópica se reserva solo a los casos más complejos, con litiasis de gran tamaño que ocupan gran parte del riñón.

Dr. Luis Alvarez Castelo
Consulta de Urología
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